Un trocito de paraiso en Kadidiri

Kadidiri

A veces se necesita un lugar en el que tirar la mochila y dejar pasar las horas. Y, a veces, no importa lo largo que sea el trayecto con tal de llegar a ese sitio, porque sólo buscamos un lugar tan alejado que ya no exista cobertura móvil ni internet. Ésta es una forma de escapar de la vida diaria, de encontrar el paraíso; una forma de descansar del viaje y empezar a relajarse plenamente.

Ésta es la razón por la que fui a Kadidiri y creo que no me equivoqué de destino ya que allí encontré casi todo lo que esperaba...

En las islas Togean, en Sulawesi (Indonesia), se encuentra un trocito del paraíso. La isla más conocida y a la que se dirigen casi todos los viajeros es Kadidiri. No obstante, actualmente, también están adquiriendo mucha popularidad Bomba y Malenge.

Wakai

El acceso a las Togean es complicado y largo. Es posible ir a Wakai desde Ampana y desde Gorontalo, la diferencia es el tiempo del ferry y de coche. Nosotros cogimos un vuelo desde Makassar a Gorontalo con Garuda por unos 40€ aproximadamente. Una vez en Gorontalo cogimos el ferry (el Tuna Tomini) que tarda unas 12 horas en llegar a Wakai.

 La mayoría de la gente va a las Togean tras visitar Tana Toraja cruzando en bus el centro de Sulawesi desde Rantepao a Ampana. Pero por lo que nos han contado la carretera es muy mala y la duración del viaje es la misma tanto subiendo hasta Ampana como cogiendo un vuelo desde Makassar. El trayecto no es corto de ninguna de las dos formas y ésto es lo que hace que las Togean reciban pocos visitantes y no estén tan explotadas turísticamente como otros sitios.

Ferry Tuna Tomini

El Tuna Tomini sale de Gorontalo cada martes y viernes, le lleva 12 horas llegar a Wakai. El ferry es grande y espacioso, pero suele ir lleno de gente. Existen 2 tipos de billetes: Económico y Bisnis. Con el Bisnis tienes la posibilidad de dormir en el Tatami con unas colchonetas. No obstante, he de indicar que existe una tercera opción, que fue la que nosotros seguimos, y consiste en alquilar una cabina. Hay pocas cabinas, ya que son los camarotes de la tripulación, pero ellos mismos los alquilan para obtener un dinero extra. Son habitaciones para 4 personas con aire acondicionado y cuestan 300.000 IDR (la  habitación entera). Lo que hicimos fue adquirir en la taquilla unos billetes económicos y en el barco negociamos con los marineros el precio de su camarote (no regateamos mucho, la verdad).

Kadidiri

Una vez en Wakai, los hoteles se ocupan del traslado de los huéspedes a sus islas. Si no llevas nada reservado, allí mismo te informarán de los hoteles que están disponibles y de sus tarifas. No parece complicado obtener alojamiento en las Togean, la verdad. No obstante, conozco a varios viajeros que han tenido problemas para encontrar sitio en Bomba y en Poya Lisa. Así que si tienes pensado ir allí, mejor será contactar antes con el hotel y reservar para no llevarse sorpresas.

Nuestro destino era Kadidiri, una isla que no me defraudo ni un poquito en cuanto vi su arrecife de coral y su playa de arena blanca.

En la isla existen 3 hoteles: Kadidiri Paradise, Black Marlin y Pondok Lestari. En ninguno de los tres son tan agradables con los turistas como en el resto de Sulawesi y todos tienen su parte mala en cuanto a alojamiento.

Black Marlin y Pondok Lestari

El Pondok Lestari es la opción más económica de la isla, pero sus cabañas son sumamente básicas y los baños son comunales. Lo que indican de que te llevan gratis a hacer snorkel parece ser sólo un anuncio por lo que han comentado algunos huéspedes.

El Black Marlin está enfocado especialmente hacia el submarinismo e incluso tienen tarifas especiales para buceadores. Sus cabañas están bien y las comidas son tipo buffet, pero sólo tienen agua 2 horas al día.

El Kadidiri Paradise se califica a sí mismo como resort, pero sin llegar a serlo. Sus bungalows son los mejores de la isla y existen diferentes tipos según el presupuesto. Las habitaciones standart no tienen incluido el papel higiénico en el precio, pero sí los demás tipos de habitación. Las comidas son escasas y se sirven a todos los huéspedes a la misma hora, a todos juntos en grandes mesas comunes.

Kadidiri Paradise

Un buen consejo para el viajero que quiera visitar Kadidiri es que lleve en su mochila una gran cantidad de snacks, frutos secos o golosinas ya que allí se venden a precio de oro. También la cerveza es un objeto de lujo en Kadidiri (45.000 IDR) en comparación con el resto de Sulawesi.

Detrás del Pondok Lestari existe un camino de tierra que cruza la isla desde la playa de los hoteles a otras playas sin explotar turísticamente. Vale la pena un paseo por este sendero para observar los cangrejos de los cocoteros (Birgus latro), el artrópodo terrestre más pesado que existe, con un tamaño medio de 40 cms y peso de 4kg. Sus pinzas puedes llegar a medir un metro cuadrado.
Es más probable verlos de noche y se les puede seguir la pista porque se alimentan de cocos.

Cangrejo de los cocotero (Birgus latro)

 Parece ser que este animalito ha desarrollado su propio sistema para comer los cocos, pero aún no se sabe con certeza si intenta abrir el coco en la palmera  y se le cae o lo tira para comerlo más cómodamente en el suelo. Sea como sea, su sistema es sumamentee curioso, ya que si el coco tiene la cobertura exterior, usa sus pinzas para separarla en tiras hasta que consigue dejar visibles unos circulitos que tiene el coco. Una vez hecho ésto, golpea en los círculos con sus pinzas hasta que consigue perforarlo. Acto seguido, girando sus pinzas pequeñas en el redondel, extrae la pulpa del coco.

Según he escuchado, éste artrópodo es uno de los más fuertes que existe y puede cargar con un peso de hasta 29 kilos. También comentan que puede llegar a atacar a una persona si se ve amenazado, no me imagino cómo puede ser verse atacado por un cangrejo de esas dimensiones!!

La "otra playa" en Kadidiri

La incursión nocturna en el interior de la isla, aunque es atractiva, resulta bastante complicada. Durante nuestra estancia en la isla, varios viajeros se perdieron durante más de 2h..
 La señalización del sendero es bastante escasa y se limita a algunas marcas realizadas en los árboles sin demasiada profundidad, con lo cual de noche pueden ser imperceptibles.

Mi contacto con las Togian, aunque breve para mi gusto, fue intenso y lleno de encanto. Para mí encontrarse con un murciélago en la cortina, ser sorprendida en la ducha por un pequeño lagarto monitor o nadar entre angelfish gigantes es algo que compensa el largo trayecto que implica llegar a ellas.