Las tribus de Mae Hong Song

Christina, nuestra amiga padaung

Tailandia es conocido como el país de las sonrisas ya que los thai destacan por su hospitalidad y simpatía, siempre tienen una sonrisa e intentan complacer al turista en todo lo posible. La cultura thai se basa en el respeto mutuo y su premisa máxima es "Sanuk, Sabai, Saduak" que significa "sé feliz, permanece sereno, conténtate con aquello que la vida te ofrece".

Este país es conocido sobre todo por las islas y playas del sur ya que son espectaculares. No obstante, Tailandia es mucho más. El norte, mucho menos visitado, también es maravilloso. Entre montañas y selva  podemos encontrar tribus como los padaung, los akha,los mien, los lahu, etc.

Chicas padaung en su tienda

Para visitar las tribus debemos coger un avión hasta Mae Hong Song y una vez allí, hay varias formas de llegar a los poblados. Hay gente que alquila un jeep, otros se mueven en moto....nosotros no teníamos mucho tiempo ni ganas de complicarnos con lo que contratamos la ruta en una agencia de Mae Hong Song.

La más famosa de las tribus tailandesas es la etnia padaung conocida por sus "Mujeres Jirafa". Se caracterizan por llevar aros de bronce en el cuello por lo que parece más largo de lo normal. Viven en un poblado llamado Nai Soi a unos 35km de Mae Hong Song y son originarios de Birmania. Llegaron a Tailandia en los años 90 huyendo de la guerra en su país.

Antiguamente las mujeres llevaban estos collares para protegerse de ataques de animales como el tigre, pero ahora es su medio de vida ya que viven principalmente del turismo. Según la tradición estos aros (aunque es en realidad una espiral de bronce) se colocaban sólo a las mujeres nacidas en miércoles de luna llena, pero hoy en día es una decisión basada en las necesidades económicas familiares. Si les preguntas a las padaung te dirán que ha sido decisión suya pero la realidad es que se los colocan con tan sólo 5 o 6 años de edad con lo cual lo que más importa es la decisión de su familia y las necesidades económicas. Ahora los aros ya no protegen de ataques de animales pero el exhibirlos produce ingresos económicos para la familia de la niña porque son muchos los turistas que acuden a su poblado para ver sus largos cuellos.

Akha

Nuestra experiencia con las padaung fue muy interesante, nos explicaron las costumbres de su tribu y pude comprobar que son muy inteligentes, incluso saben varios idiomas. Pudimos hablar con ellas perfectamente en español y es que les gusta practicar otros idiomas. Nos explicaron que les añadían uno o dos aros cada año hasta cumplir los 16 años de edad y que nunca se quitaban los collares ya que al hacerlo morirían desnucadas.

Otra tribu que conocimos en el norte de Tailandia fueron los akha que son originarios del Tíbet. Destacan sobre todo por su vestimenta llena de colores muy llamativos. Los Akha son muy amables y sobre todo unos grandes vendedores. Tienen infinidad de puestos de artesanía típica de su tribu y se pueden ver en los mercados de todo el país.

Algo muy curioso de esta tribu es que todos los adultos, tanto hombres como mujeres, tienen los dientes negros o de color rojizo oscuro. Ésto se debe a que les gusta mascar una planta que tiñe los dientes y, además para ellos, la dentadura oscura tiene un gran atractivo.

Son una tribu con una cultura muy interesante ya que son animistas y creen que cada ser vivo u órgano tiene su espíritu. Ésto hace que actuen siempre siguiendo la tradición tribal y lo que dicta su chamán. Son muy pacíficos y, ante un conflicto con sus vecinos, prefieren desplazarse a otro lugar que un enfrentamiento directo.

Hombre Akha

Son muchas las cosas que me llamaron la atención de los Akha: sus casas, sus costumbres, su modo de vida, la pasta que mascan...pero he de reconocer que lo que más me impactó fue ver a uno de los hombres fumando opio en una gran pipa. Ésto no es nada raro teniendo en cuenta que durante muchos años la tribu se ha dedicado al cultivo del opio. No obstante, actualmente, el gobierno tailandés intenta fomentar el cultivo de té y café en las tribus Akha.

Cuenta la gente de la tribu que hace muchos años vivía entre ellos una joven que era muy bella pero tenía muy mal olor, por lo que ningún hombre quería acercarse a ella. Vivió de una forma muy solitaria y triste hasta que finalmente murió con el corazón roto por no haber conocido el amor. Cuando estaba en su lecho de muerte deseó reencarnarse en una flor muy bella y, al poco tiempo, sobre su tumba creció una flor muy hermosa pero también con muy mal olor. Cualquiera que probase la savia de esta flor sentía un gran placer, pero a la vez un gran sufrimiento ya que deseaba tomarla una y otra vez. Ésta es una leyenda Akha sobre cómo su tribu conoció el opio, pero no es la única leyenda sobre la planta y es que esta tribu, a pesar de no tener un lenguaje escrito, tiene una gran tradición oral llena de leyendas sobre sus antepasados.

Repartiendo chuches

Si se viaja por el norte de Tailandia es indispensable conocer alguna de estas tribus puesto que son otro de los atractivos del país.

También es interesante visitar otras etnias como los mein o los lahu.

Los mein se han convertido al catolicismo y las mujeres llevan una gran tela roja alrededor del cuello. En cambio los lahu no tienen una vestimenta que destaque mucho, pero sí tienen alguna curiosidad turística interesante: en su poblado encontramos dos serpientes enormes. Desconozco a qué especie pertenecen pero vale la pena verlas aunque sea de lejos.

En una visita a las tribus de la montaña podemos adquirir muchos productos de artesanía a buen precio. No obstante, he de destacar que los Akha cobran porque se les saquen fotos.

Sin duda es muy difícil la vida de cualquiera de estas etnias ya que, a pesar de vivir en Tailandia, no tienen los mismos derechos que los tailandeses, ni siquiera pueden comprar las tierras en las que viven que pertenecen al estado. No tienen derecho ni a sanidad ni a educación y no son considerados ciudadanos tailandeses. No obstante, en la actualidad se han establecido muchos programas de ayuda e incluso se han instalado escuelas en la zona para que los niños puedan acudir a clase.

La mayoría de las tribus que viven en Tailandia viven del turismo, es su principal fuente de ingresos, y algunas asociaciones como la Liga de Los Derechos del Hombre han denunciado que se les muestre como una atracción turística más del país. Aunque ésta sea la realidad de estas tribus, merece la pena hablar con ellos y conocer un poco sus costumbres.